Con los efectos del calentamiento global en las noticias y el desarrollo y expansión de tecnologías para cuidar el medio ambiente, la sustentabilidad se ha vuelto un tema popular. En el último tiempo, esta tendencia le ha dado una gran visibilidad a las certificaciones para edificios ecológicos, lo que ha abierto a su vez un debate en torno a su efectividad y las verdaderas motivaciones de conseguirlas.
Como la sustentabilidad es un tema popular, es fácil que atraiga la atención de los encargados de marketing, llevando a empresas a explotar el concepto por razones que a veces se alejan del cuidado del medio ambiente.
En Hildebrandt Gruppe llevamos años desarrollando proyectos de arquitectura sustentable, incluso desde antes de que el problema medioambiental tomara mayor relevancia, por lo que conocemos las verdaderas ventajas de la certificación y cómo aplicar correctamente las medidas que establece como requerimientos.
Para justificar nuestra posición a favor de LEED, analizamos los pros y contras que hemos visto en nuestra experiencia.
¿Cuáles son los beneficios de esta certificación?
- Establece estándares que le dan credibilidad a la arquitectura sustentable y establecen un nivel de calidad, evitando que cualquier edificio se llame a sí mismo ecológico por tomar solo algunas medidas para ayudar al medio ambiente.
- Entiende el “ser verde” como un proceso integral que considera el ciclo de vida de un edificio. Su sistema de puntos asegura que se hagan diseños holísticos que incluyan todas las medidas posibles.
- Instaura el diseño verde como una inversión de negocio a largo plazo. Antes los mandantes lo rechazaban por aumentar los costos del proyecto. Hoy está claro que los esfuerzos iniciales se ven retribuidos con el ahorro que generan en el tiempo.
- Asegura que los edificios mantendrán las buenas prácticas a través del tiempo, ya que nadie quiere perder la certificación que le costó tanto trabajo obtener.
- Promueve el desarrollo de edificios ecológicos, ya que las empresas ven los beneficios y quieren imitar las prácticas.
- Es una garantía para los clientes y las empresas de que el edificio cumple con estándares de sustentabilidad. Al ser una de las certificaciones más conocidas, la gente confía en ella y la valora, por lo que se traduce en un valor agregado.
¿Cuáles son las desventajas?
- Muchos lo toman como una simple acción de marketing y olvidan las razones originales de obtener la certificación, lo que lleva a formas de “hacer trampa”. Esto ocurre porque algunos lo ven como un sistema competitivo donde la meta es conseguir puntos, por lo que intentarán seguir las prácticas más fáciles para elevar el puntaje. Por ejemplo, poner un rack para bicicletas es mucho más fácil que implementar un sistema de reutilización de agua y ambos mejoran la puntuación de las construcciones.
- El cumplir con puntos específicos reduce el espacio para la innovación y las soluciones creativas. Si no calza en sus categorías, no entregará puntos, por lo que limita las posibilidades y no entrega una motivación. Si bien existe un bono de 4 puntos por diseño innovador, este no es suficiente para representar un incentivo.
- Es complejo y caro. Entender los procesos puede ser un desafío para muchos y la búsqueda de información consume tiempo y esfuerzos. Hay que pagar por el registro, una consultoría externa y la certificación, además la tecnología para eficiencia energética es cara.
- No considera el entorno. Los requerimientos deberían adaptarse a las características del medio ambiente que rodea al edificio. Por ejemplo, el consumo de energía de un edificio que está en el desierto no será el mismo que el de una construcción en la jungla.
- Pone en empresas privadas una tarea que debería ser del gobierno. Los certificados se pagan y son gestionados por una empresa privada, cuando estos deberían convertirse en leyes que regulen estas prácticas. Por esto, no estimula la creación de leyes o incentivos gubernamentales.
Entonces, ¿conviene o no conseguir la certificación?
Si bien es cierto que es posible seguir estas prácticas sin conseguir la certificación, contar con el reconocimiento de una organización de prestigio a nivel mundial entrega un valor agregado a las empresas que asegura la calidad y el correcto funcionamiento de las medidas tomadas. Además, el proceso de certificación funciona a su vez como una guía de métodos y técnicas para la sustentabilidad, por lo que entrega conocimientos que muchos no manejan. Por otra parte, está demostrado que la inversión inicial se recupera en el largo plazo a través de los ahorros en el consumo de recursos.
En cuanto al problema de la falta de leyes, LEED es una excelente iniciativa para la difusión de prácticas ecológicas en arquitectura y construcción, y confiamos en que el gobierno verá los beneficios asociados y con el tiempo transformarán estos estándares en normativas.
Por estas razones, en Hildebrandt Gruppe apoyamos esta certificación y contamos con profesionales acreditados en LEED que orientan nuestros proyectos hacia la sustentabilidad, sin perder de vista que la principal razón que nos motiva es nuestro compromiso con el cuidado del medio ambiente.