Los terremotos son un fenómeno inevitable de la naturaleza, por lo que debemos adaptarnos a ellos. En países sísmicos es fundamental que en edificios de servicios públicos, como hospitales, soporten los movimientos telúricos y sigan operativos. Además, deben prevenir los accidentes que pueden sufrir sus habitantes durante el evento.
Los daños producidos en un edificio durante un terremoto pueden ser de nivel estructural y no estructural. Los sistemas de prevención que aplicamos tienen como fin hacer que la construcción se mueva en forma independiente al suelo con el terreno y sus materiales se flexionen sin colapsar, evitando daños mayores.
Control de daños estructurales
Los elementos estructurales son aquellos que componen el esqueleto del edificio y su soporte. Incluyen las vigas, pilares, columnas, losas y cimientos. Cuando ocurre un terremoto, la estructura del edificio absorbe su energía, deformando la estructura con riesgo de hacerla colapsar. Las técnicas antisísmicas se orientan evitar grandes deformaciones y disipar esta energía.
Dos sistemas que aplicamos son:
Disipación
Produce una amortiguación mediante un sistema que absorbe la energía y la disipa en materiales que se deforman sin colapsar. De esta forma disminuyen el movimiento, la deformación de la estructura y los daños a las sub estructuras de la construcción.
En su estructura física se trata de barras de acero posicionadas en forma de cruz, junto a un sistema de amortiguación en el centro que recibe y disipa el impacto energético de los movimientos telúricos.
Aislamiento
Este sistema desacopla al edificio del suelo mediante dispositivos que absorben la energía del terremoto al deformarse ampliamente con el movimiento, evitando así la deformación de la estructura que soportan. Estos elementos pueden tener distintas formas y estar compuestos de varios materiales. Los más usados son hechos de caucho con un alto nivel de amortiguación.
Al separar al edificio de sus cimientos, cuando ocurre un terremoto la base recibe todo el impacto y los aisladores disipan la energía. El resto de la construcción se mueve más lento y actúa como una unidad aparte.
Control de daños no estructurales
Se refiere a todos los elementos en el interior y exterior del edificio que no son parte del sistema estructural. Algunos ejemplos son:
- Muebles y equipamiento.
- Ascensores.
- Equipamiento mecánico, cañerías y sistema eléctrico.
- Rutas de salida y entrada.
- Tabiques, puertas y ventanas.
- Chimeneas.
- Revestimiento exterior en fachadas.
- Cielos falsos.
Estos elementos deben ser estabilizados para que durante un terremoto no colapsen, ya que además de dañarse pueden bloquear salidas y herir a los ocupantes. Esto lo logramos usando sistemas de anclaje, soldaduras y otros tipos de fijaciones que garanticen su estabilidad.
En Hildebrandt Gruppe realizamos un cuidadoso estudio en cada uno de nuestros proyectos para determinar las técnicas más apropiadas para cada edificio y su entorno, buscando siempre reducir al mínimo los daños que podrían ser ocasionados con los distintos movimientos de los terremotos.