En Chile, la Ley General de Urbanismo y Construcciones define a los inspectores técnicos de obras (ITO) como los responsables de supervisar que todo se ejecute conforme a las normas y las características de los permisos aprobados. Además, durante la ejecución de la obra, son los encargados de que esta cumpla con los proyectos de arquitectura, cálculo estructural y de especialidades, incluidos los planos y sus especificaciones técnicas, pudiendo incluso ordenar demoliciones parciales.
Su labor es tan importante que en edificios de uso público es obligatorio contar con su participación. En construcciones privadas, la necesidad surge cuando el inversionista necesita asistencia técnica para controlar el avance, la calidad y el cumplimiento de plazos en el proyecto.
Basándonos en el documento técnico “Inspección técnica de obras, una mirada al futuro de la calidad” de la Cámara Chilena de la Construcción y nuestra propia experiencia a través de su división Bauconsult, describimos las responsabilidades y funciones de una ITO.
Funciones generales de una ITO
Las tareas de la inspección se concentran en un servicio que incorpora un agente con méritos técnicos y amplios conocimientos en gestión de proyectos y administración de contratos. Su función principal es hacer cumplir las condiciones definidas en los contratos y verificar que los resultados se ajusten a las condiciones y requisitos acordados. Podemos dividir sus responsabilidades en dos grupos de exigencias:
- Administrativas: Comprende los aspectos financieros, los plazos y las normativas legales, las cuales corresponden a tareas de carácter temporal, ya que se acaban una vez terminado el contrato.
- Técnicas: Se refiere a las tareas derivadas del proyecto y su ejecución, las cuáles tendrán un efecto permanente, que definen la estabilidad, durabilidad, habitabilidad y estética del edificio.
Para cumplir con estas responsabilidades, entre sus funciones generales normalmente se encontrarán:
- Verificar que las obras se ejecuten de acuerdo a los términos contractuales.
- Generar y mantener una comunicación permanente y fluida con los distintos equipos.
- Comunicar a todos los involucrados las especificaciones del contrato.
- Recolectar y estudiar toda la información relacionada a la ejecución de la obra.
- Revisar los recursos y materiales usados para verificar que cumplan con las exigencias.
- Solicitar informes de calidad y la evaluación de otros expertos si fuese necesario.
- Administrar el libro de obras, haciendo un seguimiento de los cambios, acuerdos y compromisos definidos en reuniones.
- Revisar y aprobar estados de pago.
- Proponer medidas para solucionar conflictos e incumplimientos del contrato.
- Apoyar el cuidado y protección del personal y las instalaciones.
- Comprobar el cumplimiento de todas las disposiciones legales involucradas.
A través de estas tareas la inspección técnica de obras resuelve todo tipo de conflictos y contingencias entre los actores involucrados. Además, permite alcanzar los mejores resultados de calidad y eficiencia en la gestión de un proyecto.
Tareas en cada etapa de los proyectos
La inspección técnica cuenta con dos etapas diferenciadas que consideran como hito el inicio de las obras. En primer lugar, la inspección del estudio corresponde a todas las etapas anteriores a este punto, concentrando el trabajo en la elaboración del proyecto como tal y desarrollando los diseños para determinada obra. En esta parte del proceso las empresas solicitan apoyo y orientación a expertos que las orienten en la toma de decisiones.
Cuando el proyecto se encuentra valorizado y se han iniciado las obras, el rol de la inspección técnica de obras contempla las siguientes fases:
- Proceso de control y ejecución de las obras: La inspección de obras tiene su mayor participación en esta etapa. Aquí corresponde verificar que la obra se ejecute de acuerdo a las especificaciones técnicas, los acuerdos establecidos en los contratos y las exigencias legales.
- Proceso de cierre de un proyecto: En esta etapa la ITO organiza y resuelve todos los detalles del término de las obras y procesa la información para que el mandante pueda finiquitar los contratos. También se hace cargo de la creación de protocolos de recepción, manuales para usuarios, documentación para la recepción municipal, y todos los certificados necesarios, extendiendo sus servicios muchas veces hasta la post recepción.
En términos generales, la tarea central de una ITO consistirá entonces en verificar el correcto cumplimiento de las definiciones técnicas y administrativas previamente acordadas, mediante labores de fiscalización y el apoyo a los procesos de gestión de los contratos.