La arquitectura funcional tiene como objetivo primordial diseñar según la función final del edificio que se va a construir. Por esto, la ornamentación tiene un papel secundario y los elementos de decoración tienden a ser sobrios y abstractos, fundiendo muebles con muros y utilizando luces indirectas por sobre la iluminación llamativa. Se destaca por incorporar nuevos materiales, como el hierro, hormigón y cristal, para crear distintas formas y volúmenes.
Al enfocarse en los propósitos de los habitantes y las comunidades, estas construcciones tienen un fuerte sentido social. Como consecuencia, al aplicar este concepto se comienzan a considerar otros factores, tales como la salubridad y la comodidad.
Según los criterios de Le Corbusier, uno de los principales exponentes de esta corriente, los principios de la arquitectura funcional son:
- Columnas: Se utilizan como pilares para crear espacios abiertos que puedan ser usados por la comunidad.
- Terraza: Permite mantener las condiciones de aislación térmica y convierten el patio interior en un ámbito para el esparcimiento.
- Planta libre: Gracias al hormigón, los muros portantes se hacen innecesarios, liberando el espacio de limitantes estructurales.
- Ventanas longitudinales: Al liberar los muros exteriores, las ventanas pueden abarcar todo el ancho del edificio, ampliando la relación con el exterior.
Beneficios de la arquitectura funcional
Algunas de las ventajas principales que se pueden percibir al aplicar los conceptos de esta corriente son:
- Ahorro: El uso de formas ortogonales (formas exteriores que siguen a las estructurales del esqueleto de acero y hormigón) en lugar de curvas, disminuye los costos de construcción.
- Síntesis de superficies: Permiten la continuidad de las superficies, sin establecer grandes diferencias entre elementos sustentantes y sustentados.
- Ampliación del espacio interior: La liberación de los muros favorece los espacios interiores luminosos, higiénicos y confortables.
- Combinación de espacios: El uso de espacios cuadrados y rectangulares permite la creación de áreas abiertas que facilitan la movilidad.
En Hildebrandt Gruppe creemos que es esencial diseñar considerando las funciones que el edificio debe cumplir. Lograr una unión entre lo útil y lo bello es algo que agrada tanto al cliente como a los usuarios finales de la obra. Por el contrario, crear algo bello olvidando la utilidad resulta en problemas graves de funcionamiento, los que opacan todo el trabajo realizado.
Sin embargo, la funcionalidad es solo uno de los muchos factores que debemos considerar en nuestro trabajo. Dependiendo de los requerimientos particulares del cliente, las características del proyecto y el entorno, evaluamos las corrientes y técnicas más óptimas para cada caso.