Los proyectos de alta complejidad deben dar una solución a varios problemas a la vez. La coordinación de funcionalidades, estética, costos de construcción, cumplimiento de normativas y satisfacción de necesidades particulares, es un verdadero arte.
Esta característica se complejiza aún más en el caso de los centros hospitalarios, donde se alojan servicios y usuarios muy dispares y las actividades deben funcionar eficientemente todos los días y en todo horario.
En este escenario, las técnicas de eficiencia energética se presentan como una solución ideal para reducir costos, mejorar la climatización y optimizar la eficiencia de los sistemas, además de dotar al edificio de un cierto nivel de autonomía energética en caso de emergencias. Por otra parte, está comprobado que los espacios que integran estratégicamente la luz solar y la naturaleza en sus diseños, apoyan positivamente la recuperación de las personas.
Medidas para mejorar la eficiencia energética
Para alcanzar todos estos beneficios es necesario aplicar una serie de medidas en el diseño del edificio. Basados en la “Guía de ahorro y eficiencia energética en hospitales” de la Consejería de Economía y Hacienda de Madrid, describimos las principales acciones que deben tomarse en cuenta para la creación de un hospital energéticamente eficiente.
Algunos de los principales componentes a considerar son:
Emplazamiento bien comunicado y accesible
En los hospitales transitan muchas personas en todo momento, por lo que es fundamental que las distintas áreas estén bien comunicadas y sean de fácil acceso. La conexión con el transporte público, ciclovías y accesos de peatones reducirán también el consumo energético utilizado en los desplazamientos y facilitarán los flujos en el recinto.
Optimizar la envolvente
La envolvente es un factor determinante de la eficiencia energética en cualquier edificio. Su objetivo es proteger a los usuarios y los espacios interiores de las condiciones climáticas externas, creando ambientes óptimos para el uso del inmueble.
La orientación, distribución de huecos, los elementos de sombra y ventanas, la existencia de puentes térmicos y la relación entre el volumen del edificio y el área de transmisión térmica, determinarán la eficiencia de la envolvente.
Mientras mayor sea la diferencia entre las condiciones del interior y el exterior, mayor será la necesidad de aislamiento. Idealmente, se debe disponer de cerramientos con bastante masa, eliminar los puentes térmicos, integrar la climatización solar pasiva y plantar árboles de hoja caduca, los cuales dan sombra en verano y permiten el paso de rayos solares en invierno.
Climatización acorde al diseño
Los equipos de climatización, centrales térmicas y frigoríficas, tomas de aire exterior, expulsiones de aire sucio y los espacio para canalizaciones se pueden coordinar con la ubicación y diseño del edificio para aumentar su eficiencia.
Al diseñar las expulsiones se deben tener en cuenta las aperturas del edificio, como ventanas, patios y balcones, y los vientos dominantes, con el objetivo de evitar que el aire sucio vuelva a entrar al edificio. Las tomas de aire se pueden situar en las zonas en que los cerramientos están expuestos al sol y acumulan calor para aprovechar esa energía como calefacción.
Las áreas quirúrgicas necesitan una especial atención, ya que funcionan con caudales de aire elevados y exigen un alto nivel sanitario, el cual se puede lograr mediante sistemas de filtrado especializados.
Racionalizar los espacios
El diseño debe ser flexible para acoger apropiadamente la evolución de la tecnología y las instalaciones en los hospitales, manteniendo un sistema lo más eficiente posible en términos energéticos.
Para lograr esto se pueden usar criterios de modularidad, diseño de espacios genéricos y espacios accesibles. También es importante analizar la forma del edificio, es decir, si este es construido en altura u horizontal, ya que esto afectará las necesidades energéticas. Por ejemplo, en construcciones altas, los sistemas de recolección de basura y los ascensores son grandes consumidores de energía. En caso de producirse cambios, todas estas características apoyarán el ahorro de materiales y energía.
En Hildebrandt Gruppe entendemos que los hospitales tienen necesidades especiales que evolucionan rápidamente. Con los avances en tecnología y servicios, las exigencias de estos establecimientos crecen cada vez más.
En nuestros proyectos, nos preocupamos siempre de diseñar instalaciones que entreguen un ambiente óptimo para la recuperación de las personas. En este sentido, el desarrollo de las técnicas de eficiencia energética ha jugado a nuestro favor, ya que se integra perfectamente a un nuevo concepto de un espacio de sanación a la medida de las necesidades de las personas y el medio ambiente que rodea los edificios.