Mantener estándares de calidad y garantizar el respeto por el medio ambiente es un tema primordial en la arquitectura sostenible. Las filosofías orgánicas, ecológicas e incluso bioclimáticas, se han propuesto cumplir esta tarea aportando distintos puntos de vista a la arquitectura y la construcción.
Escoger el sistema adecuado siempre dependerá de los objetivos del proyecto, así como también de las ventajas y desventajas que este ofrezca a los usuarios y al entorno.
En este artículo explicamos en qué consiste la arquitectura bioclimática y el estándar Passivhaus, y revisamos algunas de sus diferencias tomando en cuenta cuatro aspectos básicos: lugar de emplazamiento, sistemas de aislación térmica, métodos de ventilación y participación de los usuarios.
¿Qué es la arquitectura bioclimática?
La arquitectura bioclimática consiste en planificar proyectos considerando las condiciones climáticas. El objetivo es aprovechar los recursos disponibles sin provocar grandes impactos ambientales y reducir el consumo de energía.
Aunque comparte varios principios con la arquitectura sustentable, prioriza la eficiencia energética al interior del edificio por sobre la selección de materiales. En otras palabras, hace un énfasis mayor en temas como el confort térmico, el control de los niveles de CO2 en interiores y la iluminación natural, entre otros.
¿Qué es la certificación Passivhaus?
La certificación Passivhaus es otorgada por el Passivhaus Institut de Alemania. Los edificios que cuentan con ésta certificación consumen hasta un 80% menos de energía que las viviendas comunes. Al lograr una demanda energética casi nula, no requieren un sistema tradicional de climatización.
Los niveles de confort, tanto en verano como en invierno, están garantizados por la calidad del aire interior, el control de infiltraciones y el aislamiento térmico.
Diferencias entre la arquitectura bioclimática y el Passivhaus
Para determinar qué conjunto de medidas son más adecuados para un proyecto en particular, analizamos las diferencias entre la arquitectura bioclimática y el estándar Passivhaus en distintos aspectos.
Adaptación al emplazamiento
En los diseños bioclimáticos, la orientación de las ventanas y el edificio varían según el hemisferio en el que se encuentren. Su propósito es captar la cantidad adecuada de radiación solar y reducir los flujos caloríficos.
Passivhaus, en cambio, puede mantener un confort y climatización controlados a pesar de la ubicación geográfica en la que se desee construir. Este estándar puede funcionar tanto en climas extremos como neutros, sin modificar sus principios.
Aislamiento térmico
Debido a sus bajos valores de conductividad térmica, uno de los recursos más utilizados en la arquitectura bioclimática es el aire. Para aprovecharlo, interrumpe el flujo térmico entre el interior o el exterior mediante cámaras de aire.
En tanto, en el estándar Passivhaus la envolvente térmica debe incluir varias capas de materiales de alta resistencia térmica para que posea un nivel aislante elevado. Además, se debe garantizar que ésta sea continua y con una elevada estanqueidad.
Ventilación
La filosofía bioclimática utiliza una ventilación cruzada en la que la diferencia de temperatura y presión entre dos habitaciones con orientaciones opuestas, genera una corriente que refresca los espacios y mantiene un confort higrotérmico adecuado.
Por el contrario, el estándar Passivhaus establece que la ventilación debe ser controlada por un recuperador de calor, evitando así deficiencias en los flujos de entrada y salida del aire. De esta forma es posible controlar las infiltraciones de aire y calefaccionar el edificio sin ningún otro sistema de climatización.
Inclusión al usuario
La arquitectura bioclimática permite que el usuario participe activamente en un juego de apertura y cierre de los espacios, regulando los ambientes por medio del uso de ventanas, cortinas y puertas.
En el estándar Passivhaus la renovación del aire y la climatización se producen por medios mecánicos, por lo que el usuario no tiene que intervenir en este proceso.
Sin dudas, todas las medidas en pro del cuidado del medio ambiente tienen un efecto positivo en la industria y en la comunidad local. Ya sea empleando energía térmica solar para la calefacción, generando aislamientos térmicos de buena calidad o estableciendo parámetros sostenibles en el desarrollo de los proyectos, nuestros proyectos siempre buscan disminuir los consumos y reducir el impacto.
Por ejemplo, el proyecto casa Urlaub-Scarvaci recibió exitosamente la certificación Passivhaus. Esperamos realizar nuevas construcciones bajo este modelo, especialmente en el área de viviendas sociales y en arquitectura hospitalaria.
Si necesita más información sobre Passivhaus u otros modelos de eficiencia energética, no dude en contactarnos.