Las técnicas que engloban la normativa de casas pasivas continúa su expansión como estándar para el uso eficiente de los recursos energéticos, lo que ha propiciado su rápida expansión a distintos países europeos y a Estados Unidos.
Las casas pasivas cuentan con una aislación especial, una envolvente hermética con un control riguroso de puentes térmicos y filtraciones, marcos especiales y sistemas para aprovechar la energía natural del sol. Estos elementos, junto a la aplicación de un método para la recuperación del calor, se coordinan para crear una construcción que prescinde de sistemas convencionales para la calefacción y el acondicionamiento interior.
Las construcciones que cuentan con la certificación han pasado por evaluaciones de calidad que aseguran que estos edificios ofrecerán un alto nivel de comodidad en invierno y verano, manteniendo siempre un bajo consumo energético relacionado con la climatización de sus ambientes interiores.
Para conseguir la certificación la edificación debe ser planificada y construida siguiendo los principios del estándar. Si estos son bien aplicados y utilizan los materiales adecuados, la construcción debería cumplir los siguientes criterios:
- Consumo en calefacción: No debe exceder los 15kWh anuales o 10W por metro cuadrado del espacio habitable.
- >Consumo en acondicionamiento: Debe ser cercano al consumo de la calefacción, permitiendo un gasto adicional para la deshumidificación, dependiendo del clima. El total para enfriamiento debe ser menor o igual a 15 kWh/(m²a) y un máximo de 0.3 W/(m²aK) adicional cuando corresponda.
- Demanda total: El consumo de la calefacción, acondicionamiento, agua caliente y electricidad doméstica en conjunto, no debe superar los 120kWh al año por metro cuadrado del espacio habitable.
- Aislamiento: Permite un máximo de cambios en el aire de un 0.6 por hora a una presión de 50 pascales.
- Comodidad térmica: Se debe mantener durante todo el año. Se mide caso a caso, pero generalmente exige ventanas en todas las áreas de uso frecuente y una baja frecuencia de sobrecalentamiento.
Estos criterios se deben verificar usando la última versión de paquete de planificación para casas pasivas (PHPP), donde se describe una metodología para calcular los valores de toda la envolvente térmica. Dentro de la evaluación se examinan además la planificación y los servicios que ofrece el edificio. En caso de proyectos no residenciales, toda la construcción, incluyendo terrazas o bloques separados deben tomarse en cuenta para el cálculo de los valores.
Luego de realizar las mediciones, se deben registran los valores de estos parámetros detalladamente. El listado completo de los documentos requeridos para esto están disponibles en el sitio oficial del estándar.
Los arquitectos que planifican el proyecto pueden postular a la certificación a través de cualquier institución certificadora acreditada. Si la construcción recibe el certificado, el dueño puede estar seguro de que recibirá el más alto estándar en comodidad con un consumo bajo de energía.
Si bien el concepto no está protegido y cualquier persona puede acceder a la información para construir una casa pasiva, los expertos cuentan con el conocimiento para asegurar el éxito y el nivel de calidad adecuado para conseguir la certificación. En Hildebrandt Gruppe tenemos experiencia en el diseño y aplicación del estándar, prueba de ello es la casa Urlaub-Scarvaci, ubicada en el Condominio de Los Ríos, Chicureo.
Los edificios certificados pueden pedir una placa para exhibir la distinción recibida. Esta consiste en un cuadrado de 16 centímetros con el sello de la institución en el idioma previamente escogido. Este estándar asegura la calidad de las medidas aplicadas, entrega confianza y demuestra un compromiso con el cuidado del medio ambiente.