Técnicas de distribución de la luz solar

La luz natural debe ser distribuida de manera que los rayos sean dirigidos con intención para crear una iluminación óptima. En este artículo revisamos el Manual de diseño pasivo y eficiencia energética en edificios del MOP.

Técnicas de distribución de la luz solar

La distribución de la luz es un factor clave para asegurar la buena iluminación al interior de los edificios. Varios componentes deben converger para que este recurso sea aprovechado por completo, la organización armónica puede ser promovida por elementos de distribución, repartición de aberturas, características de las superficies interiores y organización del espacio interior.

Nos apoyamos en el “Manual de diseño pasivo y eficiencia energética en edificios” del Ministerio de Obras Públicas para describir las principales técnicas y los elementos que influyen en este trabajo.

Elementos de distribución

La luz natural puede entrar de manera directa o indirecta a los edificios, generando efectos diversos. La primera puede presentar riesgos de deslumbramiento y generar una repartición luminosa irregular, mientras que la segunda utiliza reflexiones de los rayos en una o más superficies, produciendo una distribución más uniforme.

Ambos modos se pueden aplicar de forma combinada, integrando, por ejemplo, una abertura directa a la luz natural y un elemento adicional que genere iluminación indirecta. Estos son algunos de los componentes arquitectónicos que pueden ser implementados:

Repisas de luz

Son elementos que permiten delimitar los problemas generados por una mala distribución luminosa. Se colocan de forma horizontal a la ventana y por encima del nivel de los ojos, para reflejar la luz hacia la superficie del techo, aumentando la iluminación del fondo del recinto y produciendo una distribución uniforme. Al mismo tiempo, protegen las zonas inferiores de las ventanas proporcionando sombra en verano.

Para maximizar su eficiencia, deben ser utilizadas con luz solar directa, ser limpiadas con regularidad para evitar que el polvo degrade la iluminación y estar construidas con un material reflectante.

Túneles solares

Los túneles solares transportan la luz difusa del cielo desde la fachada o techumbre hacia un recinto profundo para aumentar los niveles de iluminación. Debido a las múltiples reflexiones sobre la superficie reflejante, es posible intensificar la radiación solar incidente.

Atrios

Permiten la distribución de la luz natural a espacios interiores contiguos que no tienen acceso a luz natural. Sus terminaciones interiores deben tener un coeficiente de reflexión alto para incrementar la repartición, además de evitar el deslumbramiento de las habitaciones cercanas.

Son una buena opción para edificios de gran tamaño que están emplazados en zonas de alta densidad urbana, pues permite una organización central, integrada o lineal y evita pérdidas de calor en los espacios.

Forma de la ventana

La repartición luminosa también depende de la forma de las ventanas. Si sus tamaños son diferentes la iluminación será menos uniforme y se creará zonas de contraste.

Por lo general, para prevenir el deslumbramiento se recomienda usar una gran ventana en vez de varias pequeñas, de esta manera el nivel de adaptación del ojo aumenta y disminuye el contraste de luminancia en el campo visual.

Características de las superficies interiores

La capacidad de reflejar luz de las superficies se mide por el coeficiente de reflexión en una escala de 0 a 100, que considera desde que la luz es absorbida por completo (color negro) hasta cuando es reflejada por totalidad (color blanco).

Para describir los grados de reflexión se utilizan tres parámetros:

  1. Reflexión especular: Permite ver la imagen exacta de la fuente de luz. Las superficies brillantes reflejan una dispersión próxima para transportar los rayos solares a lugares que carecen de iluminación natural.
  2. Reflexión difusa: Permite difundir la luz de manera uniforme. Las superficies mate son ideales para lugares que requieren de iluminación constante y sin deslumbramiento.
  3. Reflexión dispersa: Reflejan la luz de forma más suave que los espejos, permiten poco control de la reflexión de luz, pero poseen mayor protección contra el deslumbramiento.

Con respecto a los acabados interiores, las recomendaciones son las siguientes:

Una correcta distribución de la luz aportará además a la calidez y agrado de los habitantes, invitándolos a utilizar los espacios interiores. Por otra parte, implementar este tipo de técnicas en el diseño del edificio se traduce en una optimización del uso de los recursos naturales, un aspecto que es fundamental en los proyectos de Hildebrandt Gruppe.



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